- De los amigos me guarde Dios, que de los enemigos me guardo yo.
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Previene contra la falsa amistad, que puede ser más peligrosa que la maldad del peor enemigo. Tiene por ello el mismo sentido que el que dice: Al amigo que no es cierto, con un guiño de tuerto.
Diccionario de dichos y refranes. 2000.